martes, 31 de julio de 2007

seguir adelante


Siempre que uno recorre un largo camino, aunque la recompensa sea sabrosa y deseable, pasa siempre por momento difíciles.
Coyunturas en las que todo parece ir cuesta arriba o cuesta abajo.
Son tiempos en los que necesariamente pasa por nuestra mente la tentación de quedarse en el lugar al que hemos llegado y olvidarnos del objetivo.
Las circunstancias son diferentes de aquellas en las que debíamos permitirnos descansar y festejar. Son tiempos en los que percibimos que el descanso no alcanza y que las fuerzas flaquean. Tiempos en los que sería bueno detenerse, y revisar el equipaje.
Siempre descubro en mi mochila una decena de cosas que no tengo que seguir llevando y que están allí porque alguna vez fueron útiles, porque alguien me pidió que las llevara, porque creí que eran imprescindibles, porque el corazón no me deja abandonarlas en el camino, cosas que cargo por lo mucho que me ha costado tenerlas, o simplemente por si acaso. Si pienso un poco, me doy cuenta de que todo ese peso terminará impidiendo mi marcha. Es una carga, que en el fondo, y sintiéndolo mucho, no compensa llevar si comparo el esfuerzo que supone con el beneficio que ofrece. Así funciona la tonta actitud de cargar con lo pasado, con lo viejo, con lo rancio... y todo cuesta arriba.
Deshacerse de todo tipo de adicciones, cosas, personas, conductas, actitudes, ideologías, se refiere a desapegarse de todo lo que, de alguna manera, no es tuyo. Lo único que verdaderamente te pertenece es aquello que no podrías perder en un naufragio…

viernes, 27 de julio de 2007

veladaaaaaaaa


Una velada
Dos amigos
Tres personas
Cuatro horas
Cinco sueños
Seis puñetazos
Siete caminos
Ocho sonrisas
Nueve decisiones
Diez carcajadas
¿repetimos?

jueves, 26 de julio de 2007

el niño y el padre



Durante una semana el niño había perseguido al padre por toda la casa con su tablero de parchís debajo del brazo. Quería que el hombre se sentara con él a cumplir su promesa de jugar una partida para estrenar su tablero nuevo.
-Ahora no puedo Huguito- le había dicho el padre más de una vez-, tendremos que esperar al fin de semana…
Por eso el sábado, Hugo vio a su padre sentado en el escritorio, y corrió a su cuarto a buscar el tablero todavía sin estrenar.
-Hoy es fin de semana, ¿no, papi?- le preguntó el niño.
-Sí hijo- reconoció el padre-, pero ahora tengo que terminar un trabajo atrasado. Pídele a tu madre que juegue contigo…
-No, no- protestó el niño de seis años-. Tú me prometiste…
-Es verdad. Pero en este momento tengo cosas más urgentes que atender…
-¿Y cuando vas a terminar de atender esas cosas?
-Dentro de dos horas- dijo el padre exagerando, con la intención de desanimarlo.
-¡Buffffffff¡- dijo el niño, y dándose media vuelta salió de la habitación.
A las dos horas…
-¿Jugamos ahora, papi?
-No hijo, lo siento. Todavía no he acabado con mis cosas…
-Pero tú me dijiste dos horas… y ahora no puedes… eso es mentir!!
-No seas así Hugo, tengo trabajo pendiente y lo tengo que entregar el lunes.
El niño ya empezaba a escapar alguna que otra lágrima, cuando su padre tuvo una idea. Cogió de su escritorio una revista que mostraba en la tapa un colorido mapa del mundo con división política.
-Mira hijo, te voy a proponer un juego- le dijo el padre mientras buscaba en el escritorio un par de tijeras.
El hombre hizo varios cortes transformando la hoja en un montón de papeles irregulares.
-Esto es un rompecabezas…un puzzle como lo llamas tú. El juego consiste en montar el mapa del mundo poniendo cada país en su sitio y cuando lo termines, jugaremos al parchís.
El padre sabía que estaría el niño ocupado toda la mañana hasta llegar al almuerzo y sería después de la siesta cuando quizás se pondría a jugar con su hijo.
Otra vez resoplando, pero intuyendo que si no aceptaba no habría parchís, el pequeño cogió los papeles y se fue a su cuarto.
Pasaron unos diez minutos cuando el niño entró en la habitación con el mundo perfectamente montado. Cada país estaba en su sitio y toda la hoja pegada con cinta adhesiva.
-Ya está, papi. ¿Ahora jugamos al parchís?
El padre sonrió confuso… no daba crédito a lo que sus ojos veían.
-¿Pero como lo has hecho? Si tú nunca has visto un mapa del mundo.
-No papi… Nunca había visto un mapa de mundo como éste… Cuando lo recortaste yo ví que en el otro lado de la hoja había una foto de un hombre. Entonces, al llegar a mi cuarto, di la vuelta a los papelitos y coloqué las partes del señor, una al lado de la otra. Fue fácil. Cuando terminé de acomodar al hombre, el mundo se acomodó solo.

lunes, 23 de julio de 2007

buscar el resuLtado finaL...



Pese a las dificultades, con conciencia absoluta de las complicaciones, conociendo los riesgos y a pesar del dolor de lo que no resultó como pensábamos, este último paso nos invita a no dudar de que, al final, el resultado será aquel que hemos previsto y deseado.
En cualquier camino, el último paso nunca lo es por casualidad y siempre será por algún motivo. A veces, pensamos que todo lo anterior podría no servir si fallamos en este último momento.
En las circunstancias más difíciles y en los momentos en los que nos invade la sensación de haber perdido el rumbo, la certeza del resultado final es justamente lo que podrá hacernos recuperar la fuerza para avanzar, para desear, para insistir, para valorar el camino recorrido y para seguir luchando por lo que creemos.
No hay que dudar del resultado final, debido a que es la puerta que nos permite, en muchos sentidos, dejar atrás lo pasado. Es el pasaporte seguro hacia lo que viene.

jueves, 19 de julio de 2007

tu vida

En el camino de nuestra vida, una y cien veces llegamos a puntos muertos, lugares sin retorno, situaciones a las cuales nos ha conducido un error tan importante que ni siquiera tiene corrección. En estos momentos, hay que recordar que la solución es volver a empezar.

“Nadie se baña dos veces en el mismo río”.
“Cuando te encuentres en un callejón sin salida, no seas tonto, sal por donde entraste”.

Comenzar de “nuevo” y no otra vez, rescatando de nuestro recorrido anterior el registro de lo aprendido al equivocarnos, para intentar no volver a tropezar con la misma piedra.
“Volver a empezar”, pero no en el sentido de hacer lo mismo otra vez, sino en el sentido de retroceso y de caminar hacia atrás hasta el lugar donde erré. Volver a un lugar en el que estuve, sabiendo que la situación ya no es la misma y el espacio será diferente.
Volver que la conciencia de que, aunque todo haya cambiado, yo seré el mismo y, paradójicamente, con la certeza de que en realidad ni siquiera yo seré exactamente el que era…
Por difícil que parezca, por dura que haya sido la experiencia, por costoso que haya resultado el error, es siempre posible volver a empezar…
Volver a empezar, sin miedo al rechazo de otros, sin miedo al qué dirán, sin miedo a la opinión del resto… ya que cada uno somos el timón de nuestra vida y cada uno marcamos la dirección de nuestra veleta…

lunes, 16 de julio de 2007

¬¬¬¬¬¬¬¬¬


Los ojos que buscan a los ojos.

Su defensa del amor después del amor.

Películas de amores que nunca tienen final.

Alguien se funde en la piel del otro y recibe el don de amar y ser amado sin límite.

Todos hemos sido “tal cómo éramos” ¿a quién no le han devuelto una llave o unas cartas? ¿Una pulsera o un collar? ¿Quién no ha dado vueltas alrededor de un teléfono veinte veces para volver a colgar sin llamar? Y sobre todo, quien no ha dicho alguna vez: “quiero que nos queramos como antes”.

miércoles, 11 de julio de 2007


Debemos de: Aprender a escuchar, ya que...

Tenemos dos oídos y una sola boca para recordar que debemos escuchar el doble y hablar la mitad.

martes, 3 de julio de 2007

un sueño




- ¿y cuándo piensas realizar tu sueño?
- Cuando tenga la oportunidad de hacerlo
- Nunca te han dicho que la oportunidad nunca llega… que la oportunidad está aquí, delante de ti.

Nunca aprovechamos los pequeños gustos que te da la vida, y luego nos lamentamos… siempre estamos haciendo planes de futuro, cuando el futuro está realmente aquí… en cada día, en cada instante, en cada segundo…
El tiempo pasa, y no espera por nadie.
La vida no se mide por las veces que respiras…sino por los momentos que te quedan sin aliento.
Hay que seguir adelante aunque solo sea por curiosidad. No hay que mirar atrás ni para darse impulso…