domingo, 30 de octubre de 2011

Cosmos


Cuando crees que sabes todas las respuestas... el Universo llega y te cambia todas las preguntas

miércoles, 26 de octubre de 2011

Paulo Coelho


"Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante de un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio".


Y con un par de bemoles debemos seguir adelante aunque solamente sea por curiosidad...


martes, 18 de octubre de 2011

Un, dos, [tres].

En el concurso del Un, dos, tres me llamaba mucho la atención la figura de la pareja de sufridores que, durante todo el programa, permanecía encerrada en un cubículo y participaba de forma pasiva, junto a otra pareja de concursantes. Ellos veían la vida pasar, sin hacer nada… Y es que hay etapas de la vida de una, en las que te sientes como un jugador del Un, dos, tres. La vida pasa por delante de ti, la gente juega, se arriesga y habla cara a cara con Mayra Gómez Kemp, mientras tú sigues aislado con tus auriculares de los años 80, observando todo tras un cristal. Esta decisión suele ir detrás de la famosa frase de los más conservadores: “virgencita, virgencita que me quede como estoy”. Qué miedo nos da movernos, avanzar, tomar decisiones, arriesgarnos, cambiar de rumbo, cambiar de ciudad, terminar relaciones de pareja, comenzar relaciones de pareja, conocer gente nueva, ¡qué miedo nos da el paso del tiempo! ¡Qué miedo nos da vivir! Ya sabemos que aún quedan vicios por perfeccionar, sobre todo en los días raros, pero...

Deberíamos de lanzarnos a la piscina, sabiendo que no hay agua y a veces ni siquiera piscina… pero normalmente todo ocurre por un motivo… y hoy os invito a que ¡¡arriesguéis!! Y luchéis por lo que queráis! Sin miedo a nada… y a nadie ;)

viernes, 14 de octubre de 2011

Palabras


Es curioso cómo uno está convencido de que se explica pero resulta que nadie le entiende. ¿Por qué todo se malinterpreta?

Somos millones de seres humanos, cada uno con sus cosas, creyendo compartir un “idioma”. Pero no. Cada ser humano tiene un idioma diferente. Y las palabras a menudo ensucian la comunicación, a pesar de que ya se sabe que una mirada vale más que mil palabras…

Palabras ¿cuántas pronunciamos al día?

¿Cuántas cosas decimos en el peor momento? ¿Y cuántas de ellas a la persona menos adecuada? ¿Cuántas palabras quedan omitidas cuando son necesarias pronunciarlas? ¿Cuántas veces sale nuestra voz con honestidad? O ¿Cuántos “te quiero” hemos oído que no sonaban a nada? ¿Cuántos “te odio” llegan como un “te quiero”? ¿Cuántos “te conozco bien” hemos escuchado del que vemos como a un desconocido? ¿Cuántas crisis hemos provocado con apenas dos frases? Hablas con cariño y la otra persona lo percibe con desprecio; hablas con desprecio y la otra persona no se da por aludida (y mira que lo has intentado…). ¿Por qué todo se malinterpreta? ¿Y qué hay de los sms? Te llega un sms y piensas: qué ridículo! Y a lo mejor, la persona que lo mandaba lo escribía de cachondeo tratando de sacar una sonrisa al otro, pero no, el receptor lo interpreta como lo más ridículo que ha recibido en todo el día y ahí es donde se crea el conflicto. ¿Por qué seguimos malinterpretando todo?

No hablas y la otra persona descifra tú silencio de forma errónea sin tener en cuenta que es el sonido más profundo. Hablas y para los demás es como si no dijeras nada. Callas cuando lo crees correcto y resulta que tenías que haber dicho eso que no sabes que tenías que decir. Hablas pero, claramente, lo más inteligente sería haberte callado. Pronuncias un “te quiero” cuando el otro necesita aire fresco y espacio, un “mejor lo dejamos” cuando reclaman tu apoyo más que nunca. Un “ya te llamo yo” como un “no me llames tú”. Un “qué piensas de esto” cuando la otra persona había conseguido dejar de pensar. No preguntas por no sacar ese tema tan “delicado” y no es que sea un tabú para ti, sino simplemente es “delicado” y a lo mejor la otra persona está deseando que lo saques a la palestra. Un “estoy reunida, ahora no puedo hablar” cuando el otro está a punto de arrojarse por el balcón. Un “no te preocupes por nada” cuando el otro no estaba hasta el momento preocupado. Un “estoy aquí para lo que necesites” cuando el otro lo que necesita es que no estés ahí. No llamas por respeto y se recibe como indiferencia. Un “tengamos un hijo” cuando la otra persona se dispone a dejarte. Un “te necesito” al inmaduro. Un “esto sabe raro” al hipocondríaco. Un “quiero estar solo” al inseguro. Un “te invito a una caña” que suena a un “cásate conmigo”. Un “nada puede ir peor” cuando a tus espaldas se está desatando un tsunami. Un “déjame en paz” cuando lo correcto hubiera sido “dame un abrazo”.

Palabras, palabras fuera de lugar, palabras lanzadas con cerbatana, palabras que lo cambian todo o que no cambian nada, palabras disfrazadas de otras palabras. Vamos a tener que afinar nuestra intuición y entonar nuestros silencios… vamos a tener que ser un poco más listos para poder sobrevivir en esta Torre de Babel formada por palabras… vamos a tener que mirar siempre el vaso medio lleno porque no siempre acertamos y normalmente malinterpretamos al otro… pero, nadie es perfecto!

Esto es todo lo que tenía que decir… ahora a saber lo que habéis entendido, que tengáis buen día : ) : )

http://www.youtube.com/watch?v=D_pJEaXPgTg

domingo, 9 de octubre de 2011

"Después de todo, mañana será otro día"






Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas,
porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.



Cicerón

martes, 4 de octubre de 2011

Oh...


No me gustan las mudanzas pero ¿a quién sí? He de confesaros que odio el hecho de hacer cajas, cargar con libros, ropa y demás elementos que una persona normal y corriente puede llevar a su casa como la termomix, la olla express, (no, creo que esto último no…); el caso, es que me estoy poco a poco asentando en un sitio nuevo, con gente anónima, cada uno con su vida y sus historias varias! Ya sabéis que los aires nuevos nunca vienen mal!!! Y esto es lo que más me gusta de las mudanzas: los cambios! Y los desconocidos que con el paso del tiempo se convertirán en auténticos conocidos!!!

Prometo ponerme al día con todas vuestras vivencias en cuanto me pongan internet en casa… Un besazo!