sábado, 17 de mayo de 2008

La Octava Sinfonía de Beethoven.

Beethoven entró en escena en un momento favorable de la historia. Vivió en una época en que surgían nuevas y poderosas tendencias en la sociedad humana que le afectaron intensamente y que se dejaron sentir en su obra. Como Napoleón y Goethe, Beethoven era hijo del tremendo cataclismo que fermentó durante todo el siglo XVIII y terminó por estallar con la Revolución Francesa. Nació en Bonn en 1770 y murió en Viena en 1827, ciudad que vio crecer y desarrollarse el gigantesco talento del músico alemán.

A pesar de que muchos aficionados consideran la Octava como una regresión en la carrera sinfónica de Beethoven (algo acomplejada entre las monumentales Séptima y Novena), hay que considerar que, pese a su apariencia, tiene muchas audacias de carácter armónico. Al contrario de las críticas y del poco éxito de público que alcanzó, el compositor sentía una gran estima por esta obra, que consideraba incluso superior a la Séptima.

Está escrita en su mayor parte durante el verano de 1812 en Bohemia, en un balneario a donde el compositor había ido a reponerse de una enfermedad intestinal. En este tiempo conoció a Goethe, personaje muy admirado por Beethoven, quien había compuesto en música varias de sus poesías. Aunque al poeta le interesaba mucho la música no llegó a comprender a Beethoven, ni a conocer la obra del gran músico.

Después de escuchar la Octava nos reafirmamos en que Beethoven fue todo un artista; después de él, ya nada pudo volver a ser lo mismo; había abierto las puertas a un mundo nuevo, pues este precursor ha terminado su obra allí donde terminan los límites del arte.

5 comentarios:

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Nuria: estoy muy bien, muchas gracias. Deseando verte.
Besos,
Diego

Anónimo dijo...

jajaja no sé por qué me suena eso de la Octava....;)

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Vinu, te suena... porq te tiene que sonar... jajajjajajaja

Pablo A. Fernández Magdaleno dijo...

Es una obra maestra, pero tiene encima el sambenito que sufren las sinfonías pares de beethoven. Qué se le va a hacer.
Saludos