martes, 29 de mayo de 2012

La "Sole"

Amigas que se acuestan con desconocidos porque no quieren dormir solas. Amigos que mantienen relaciones muertas, aterrados ante la idea de quedarse solos. Amigos que alimentan supuestas amistades por miedo a pasar los días solos. Personas que llaman a otras simplemente porque se aburren. Personas usadas por otras personas incapaces de gestionar su soledad. En la intimidad de nuestro pensamiento más sincero, ¿Cuántas relaciones mantenemos por comodidad? ¿Cuántas por conveniencia? ¿Cuántas por miedo? ¿Cuántas de ellas por compasión? ¿A cuántas personas utilizamos y por cuántas de ellas somos igualmente utilizados?
Usar a los demás como un medio para conseguir nuestros propios fines es una práctica tan cotidiana, que uno ya no se detiene a distinguir entre las verdades y las mentiras de su propia vida. Hay relaciones de diez años en la que habría bastado con cinco. Relaciones de seis años en las que habría bastado con dos, relaciones de una noche en la que habría bastado con una caña, e incluso relaciones en las que habría bastado con no relacionarse. Pero… nadie es perfecto, y en temas del amor ¡menos!.


http://www.youtube.com/watch?v=HY9Cd4mK64Q




10 comentarios:

Dirk Heyne dijo...

Me temo que en el verdadero y estricto fondo del asunto, no hay ninguna relación que no incluya un ladito convenido y lindamente siniestro. Un saludo!

Amanecer Nocturno dijo...

Quiero pensar que todas esas relaciones infructuosas en el fondo nos aportan experiencias. Y aunque les sobren unos cuantos años o meses de duración, forman parte de nosotros y nosotros como humanos somos imperfectos.
Muy buena reflexión.

Un abrazo.

raúl dijo...

la urgencia por no estar solos puede conducir al conformismo, a que cualquier cosa te apañe. mejor gestionar la soledad, convivir con ella serenamente, y poder elegir, de verdad, con quien compartirla!

Laira dijo...

Es mejor pensar que todo tiene su sentido, si una caña acaba en la cama, si mantienes amistades porque te hacen sonreír, si esa amiga te llama cada mil años porque se encuentra sola...todo pasa por algo, quizás vale la pena sudar, amar, reír...sea oportunismo o no, ¡aprovéchalo!.
Besos mil.

Elendilae dijo...

Qué gran razón. Supongo que es ese miedo a la soledad lo que mantiene todas esas relaciones que a veces ni siquiera podrían llamarse así...

Buena reflexión.

Un besito

Lucecilla dijo...

¿Y cuantas veces nos olvidamos de alguien que aún nos recuerda y viceversa? Un beso

Noelia dijo...

Dios la verdad que la entrada te hace reemplantearte muchas cosas y ver cosas que no es que no las sabias pero si que no eres tan cosnciente de que son mas reales de lo que parece ;)

marea@ dijo...

¿¿sabes?? hay mucha gente, pero mucha, que a pesar de estar rodeada de personas, están muy solas.... eso lleva a muchas de las situaciones que comentas....

un beso.

Ποσειδῶν dijo...

¿Y si no fuese así?
¿Y si todo fuese maravilloso? ¿Realmente apreciaríamos tanto la relación verdadera?

Me gusta tu reflexión!

Un saludo

Ginebra dijo...

Opino como Heinrich Heine, el primer comentarista, creo que todas las relaciones tienen dosis de "interés personal o conveniencia". No me planteo al respecto mucho más, porque creo que es algo natural en el ser humano, uno de sus defectos, el ser egoísta y buscar el bien propio.
Lo que me planteo es hacerlo sin herir al otro y cediendo para que el otro también pueda hacerlo sin herirme a mí.