lunes, 18 de junio de 2007

había una vez...

Había una vez un campesino gordo y feo

que se ha enamorado (¿cómo no?)

de una princesa hermosa y rubia…

Un día, la princesa –vaya usted a saber por qué-

Dio un beso al feo y gordo campesino…

Y, mágicamente, éste se transformó

En un esbelto y apuesto príncipe.

(Por lo menos, así lo veía ella…)
(Por lo menos, así se sentía él…)





.- La belleza se encuentra en el interior.-

1 comentario:

No.me.pises.que.llevo.chanclas. dijo...

me encanta este cuento, una lástima que nadie comentara nadaaa!!