Las emociones humanas solían encontrarse en un frondoso bosque mágico para jugar. Allí el odio, la esperanza, la envidia, el amor y el miedo correteaban riendo sin parar perseguidas por el rencor, la locura, la traición, la curiosidad y la alegría.
Dicen que un día, jugando al escondite, la locura buscaba al amor, que se había escondido entre una montaña de hojas, la traición le acercó un tridente de afiladas puntas y la instó a pinchar el follaje para descubrirlo. Así lo hizo la locura sin sopesar el daño que resultaría de su acción. Cuenta la leyenda, que desde entonces, el amor se quedó ciego y la locura llena de culpa, decidió guiar sus pasos.
Después de tanto andar juntos el amor y la locura, terminaron haciendo pareja y disfrutaron inmensamente. Pocas cosas son eternas, y llegó un momento en el que el amor, cansado de tanto delirio, descontrol e incertidumbre, dejó a su lazarillo y decidió casarse con la razón.
El amor no se equivocó en su decisión, porque guiado por la razón los peligros desaparecieron y las inseguridades se desvanecieron con ellos.
Nada es perfecto, porque pasado un tiempo el amor empezó a darse cuenta de que en medio de tanta seguridad apareció el aburrimiento en su ser… así que después de mucho pensarlo y tras consultar con su amiga la fantasía, el amor tomó una decisión, o mejor dicho dos: decidió seguir casado con la razón, pero se daría la libertad de vez en cuando de encontrarse con su vieja amiga y amante compañera, para dejarse llevar por ella y perderse en la locura, por un rato, antes de volver, renovada, a los seguros brazos de la razón.
(Para mi querida amiga y compañera Mª Ángeles Vinuesa ("Vinu") que me pidió este cuento hace mucho tiempo, un beso!).
3 comentarios:
Hola Nuria..
No recuerdo quien eres , pero al parecer este cuento va dirigido a mi..
Gracias , Internet es muy pequeño por lo que ves
Un beso
Angels Vinuesa
Nadie sabe nada.
Lo siento.
Besos,
Diego
Lo de Àngels Vinuesa, impresionante...
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